"La Semana Santa hay que vivirla dentro sí mismo en la Gran Obra". Existen en el año dos momentos cruciales, que conmemoran hechos de una trascendencia espiritual sin igual.
Uno es la Navidad, anunciando el nacimiento del Cristo y otro es, la Semana Santa, que habla de sacrificio y muerte pero con la esperanza de la Resurrección Espiritual.
La Semana Santa que siempre transcurre en primavera, se inicia el Domingo de Ramos y termina el Domingo de Resurrección.
Realmente, la Semana Santa, tiene unas raíces esotéricas muy profundas, porque todas las facetas de la vida y muerte de Jesús, muestran trascendentales pasos espirituales, que todo ser humano debe andar internamente, a fin de llegar de nuevo, a su Punto de Partida Original con el galardón de la sabiduría, adquirido tras el paso por la Creación.
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